La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy nuevas recomendaciones para que los tratamientos del sida empiecen en una fase más temprana, lo que permitiría evitar 12 millones de muertes y 19 millones de nuevas infecciones hasta el año 2025 y empujaría al virus a un “declive irreversible”.
El tratamiento debe iniciarse cuando el nivel de leucocitos de defensa (los CD4) sea inferior a 500 y no 350, como recogían las recomendaciones emitidas por la OMS en 2010 y con las que se preveía evitar nueve millones de muertes y 15,5 millones de nueva infecciones hasta 2025.
“Además, deberá tratarse a todos los niños menores de cinco años, a todas las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y a todas las personas contagiadas que mantengan una relación con otra sin el virus, independientemente de su nivel de leucocitos”, según la OMS, que presentó las nuevas directrices en una rueda de prensa en Ginebra.
Este anuncio coincide con la celebración en Malasia de una conferencia internacional cuyo tema central es el tratamiento y prevención de esta enfermedad.
Según cálculos del organismo, hay un total de 26 millones de personas infectadas por el sida que serían susceptibles de recibir -bajo las nuevas recomendaciones- los medicamentos antiretrovirales, en comparación con los 17 millones considerados hasta ahora.
“Hay que mantener los esfuerzos para hacer retroceder el virus. Actualmente, 9,7 millones de personas reciben tratamiento para esta enfermedad comparados con las 300.000 de hace diez años”, comentó el coordinador del Departamento para el Sida de la OMS, Gundo Weiler.
Por otra parte, las nuevas directrices indican que el tratamiento preferido por la OMS es de una sola píldora diaria, la que contiene tres antiretrovirales: tenofovir, lamividuna y efavirenz.
El coste de esta pastilla es variable, ya que depende de lo que cada país haya negociado con las farmacéuticas y puede ir desde 127 dólares anuales para tratar a una persona en algunos países de África a 213 mensuales en Suiza.
La OMS considera que es necesario aumentar los esfuerzos para dar a los niños acceso al tratamiento, pues sólo lo recibe uno de cada tres que está infectado, así como a otros grupos que sufren barreras legales y culturales para recibir la terapia (drogadictos, transexuales, homosexuales o trabajadores del sexo).
Para implementar las nuevas directrices hará falta aumentar un 10 por ciento la inversión anual necesaria para la respuesta mundial al sida, que se eleva a 24.000 millones de dólares.
“El aumento de la inversión permitirá que se reduzcan las infecciones y por tanto que esa cantidad pueda rebajarse después de 2025″, explicó Hirnschall.
Por regiones, Latinoamérica es una de las que ha alcanzado una mayor cobertura en los tratamientos antiretrovirales y unas 720.000 personas -sobre 850.000 aproximadamente susceptibles de recibirlo- estaban tratándose contra esta enfermedad.
Cinco países (Brasil, Cuba, República Dominicana, Guayana y México) alcanzaron una cobertura del 80 por ciento en 2011, mientras que Argentina y Venezuela se acercan a ese porcentaje.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras saludó las nuevas recomendaciones al considerar que un tratamiento precoz del sida ayuda a mantener a las personas más sanas y evita la expansión de la enfermedad en las comunidades.