Una de las especies acuáticas con mayor popularidad y de preferencia para los amantes de los acuarios es el Pez Japonés. Este colorido y llamativo animal se distingue entre los demás por sus iluminados colores, pero además por su capacidad para vivir cómodamente por un largo período en cautividad, lo cual lo hace idóneo para los fabricantes de estos espacios marinos.
El pez japonés, también conocido en la jerga marina como Carpa Dorada, Goldfish (por el prominente color dorado), pez rojo o carpín dorado, entre otros, tiene sus orígenes en China y forma parte de la familia de los ciprínidos. Su nombre científico es Carassius Auratus.
Si eres de los que se siente atraído por las especies marinas, el pequeño pez japonés es una opción ideal para mantenerlo en tu hogar, dentro de una pecera, debido a que se adapta a estos ambientes con gran facilidad.
No obstante, es importante conocer las características, cuidados y tipos que conforman esta especie, de manera que puedas elegir el de tu preferencia y brindarle la atención necesaria para alargar su vida en el agua.
En los próximos párrafos encontrarás información que seguramente te será de gran utilidad acerca del pez japonés. Sigue leyendo si quieres saber más acerca de esta llamativa especie marina.
Hablamos de..
Características del pez japonés
Las características del pez japonés han variado notablemente con el pasar de los años, debido fundamentalmente a los diferentes hábitos de crianza. Por ello, cada integrante de esta especie posee rasgos propios.
De manera general, el pez japonés no solo es reconocido por la belleza en sus colores, sino también por su comportamiento naturalmente tranquilo, por lo que mantenerlo en un acuario con diferentes especies no es un problema para este amigo acuático.
Rasgos físicos
En relación a algunos aspectos físicos, puede mencionarse dentro de este tema la forma de su cuerpo, pues entre las diferentes variedades poseen algunas similitudes, como, por ejemplo: la forma ovalada y cubierta de escamas de su corto pero grueso cuerpo, o la cabeza en forma de triángulo, con escasez de escamas.
Su tamaño suele oscilar entre los 25 cm cuando crecen en un acuario y hasta 50 cm si su desarrollo se da en libertad. Generalmente esta especie, suelen ser de pequeño tamaño por naturaleza, no obstante, las dimensiones del acuario pueden incidir en su crecimiento.
El peso del pez japonés también suele verse determinado por su hábitat, aquellos que se encuentran dentro de un acuario alcanzan un peso promediado en 3 kilos, mientras que en libertad esta especie puede aproximarse a los 10 kilos.
En cuanto a su coloración, se suele ver afectada por el tipo de agua donde habita. Suele ser más común avistar peces japoneses rojizos o naranja muy vistosos, sin embargo, también se pueden encontrar en colores azul, dorado o tricolor.
Rasgos síquicos
La inteligencia del pez japonés es un aspecto aún más notable, pues se destaca que éste pequeño animalito identifica a su dueño cuando éste se dirige a alimentarlo. Además, es considerado un pez habilidoso y pasivo, pero con un alto nivel de atención.
Otra característica prominente y notable en el pez japonés, es su curiosidad innata, pese a que se trata como dijimos, de un animal tranquilo, es bastante curioso y se mantiene en movimiento dentro del acuario, explorando la decoración y picando las matas plantadas dentro de él.
La vida del pez japonés puede prologarse hasta 10 años, lo que está condicionado por diferentes factores, como por ejemplo el hábitat, la alimentación, los cuidados o su tipología entre otros. Es por ello, que conocer de estos aspectos es elemental si se desea mantener la especie en buenas condiciones dentro de un acuario.
Hábitat del pez japonés
El ambiente del pez japonés se ve diferenciado de muchas otras especies por diferentes razones. Principalmente, se trata de una familia acuática que no sobrevive cómodamente en espacios pequeños, es decir, el acuario debe sobrepasar los 50 litros, pues lo espacios menores a esta longitud suelen ocasionar niveles elevados de estrés en el pequeño animal marino.
La temperatura ideal de agua para este tipo de peces es de uno 20°, así como un nivel de PH neutro, que debe ser controlado. Estos controles adecuadamente establecidos, proporcionan al pez japonés mayor resistencia a las enfermedades, al tiempo que contribuyen a su crecimiento.
Las condiciones del acuario también deben ser extremadamente cuidadas para la permanencia del pez dorado o japonés. Como dijimos anteriormente, se trata de una especie bastante curiosa, que estará en constante movimiento, por lo que para evitar se hiera dentro del acuario, deben tomarse precauciones, como por ejemplo dotar el interior del espacio con arena fina, para contribuir a minimizar los accidentes del pez.
Su capacidad de resistencia a las aguas ligeramente frías, le conceden al pez dorado la ventaja de aclimatarse a la perfección en estanques o piscinas en el jardín, tomando en cuenta que la limpieza de estos espacios regularmente es crucial para mantenerlo adecuadamente.
Además, este ambiente puede resultar ideal debido a que se trata de un pez diurno, es decir, que el espacio donde se mantenga debe estar suficientemente iluminado, condiciones que se dan al aire libre.
Si se mantiene en un acuario, el filtro de agua es un elemento indispensable para el pez, pues contribuirá a la eliminación de impurezas, lo que puede alargar la vida del animal. Limpiar el ambiente al menos una vez por semana, garantizará la permanencia de nuestro amigo en un lugar limpio.
Alimentación del pez japonés
El pez japonés suele encontrarse dentro de las especies marinas vegetarianas. Sin embargo, existen algunas excepciones de acuerdo a la clase de pez dorado al que se haga referencia. No obstante, en su mayoría suelen recibir con gran alegría verduras como lechugas o espinacas. Las frutas como manzanas o peras, también se pueden incluir dentro de su dieta.
Los ejemplares más jóvenes tambien pueden ser alimentados con escamas, aunque a partir del año de edad es preferible usar alimentos naturales más contundentes para garantizar un buen desarrollo del animal.
Cuando empiezan a desarrollarse también es buena idea incluir proteínas en la lista de alimentos. Larvas de mosquitos, camarones o mejillones, son algunos de los alimentos que contribuyen a que el pez mantenga un estado de salud adecuado para prolongar su vida.
La frecuencia dependerá de la edad que posea el pez dorado, así los ejemplares jóvenes suelen necesitar comida unas tres veces al día, mientras que los ejemplares de mayor edad pueden tener suficiente con alimentarse una o dos veces diarias.
La cantidad dependerá de cada ejemplar o ejemplares, pero en general se puede calcular la cantidad de comida que son capaces de ingerir observando el acuario y tomando nota de la comida que les sobra cada día para ir ajustando la cantidad.
Cuidado del pez japonés
A lo largo de este artículo, hemos reflejado algunos de los cuidados más elementales para la permanencia del pez dorado cómodamente en su habitad, asegurando una vida prolongada y con buena salud. En resumen, algunos de los cuidados más relevantes son:
- Mantener en un acuario amplio, mayor a los 50 litros, ambientado cómodamente con plantas y arena fina para mayor esparcimiento del pez, con una temperatura en el agua no mayor a los 20 grados y PH neutro.
- Limpiar el acuario al menos una vez por semana regularmente para mantener el ambiente del pez libre de impurezas.
- Cumplir con la dieta cabalmente, no exceder en la alimentación pues puede acarrear problemas en su estado de salud y sobre todo usar alimentos sanos y naturales. Por ejemplo es mejor darles mayor cantidad de verduras que de frutas pues estas últimas contienen más azúcar.
- Mantener el acuario iluminado y apagar la luz por las noches para permitir el descanso de los peces.
- Verificar el control de temperatura del agua regularmente, para evitar excesos.
- Limpiar cuidadosamente los alimentos que se proporcionarán al pez para evitar complicaciones.
Reproducción del pez japonés
Si todo lo que has leído hasta ahora sobre el pez dorado no te parece atractivo, la reproducción de este animal acuático, sin duda captará tu atención.
Se sabe que la etapa de madurez sexual de esta especie es considerada tardía, pues es un proceso que conlleva alrededor de dos años, en los cuales, la especie va mostrando progresivamente, características particulares de acuerdo a su sexo.
En el caso de las hembras, forman su cuerpo de una manera sobresalientemente redondeada mientras que el macho exhibe unas manchas blanquecinas en el suyo.
La edad ideal para comenzar la reproducción del pez dorado es entre los 2 y 4 años aunque estos animales comienzan a ser fértiles a partir de los ocho meses, si bien en estas edades los huevos son de menor tamaño y las posibilidades de éxito disminuyen.
Para el proceso de reproducción, el macho corteja a la hembra durante horas o incluso días hasta que consigue conducirla a una zona apartada, donde ésta depositara los huevos que posteriormente serán rociados con esperma por el macho. Tras esto los huevos permanecerán en el lugar varios días antes de eclosionar.
La temperatura del acuario también influye en este proceso, pues para que los peces entren en celo se tendrán que imitar las condiciones climáticas estacionales que podrían tener en un estanque, ya que el acuario mantiene siempre la misma temperatura.
En general se suele reducir la temperatura gradualmente hasta los 10 ºC manteniéndola así durante varias semanas, para posteriormente subirla hasta los 15 ºC simulando la primavera. En este punto se mantendrá otro par de semanas y posteriormente será elevada a 23 ºC, punto donde entra el verano y comienza el ciclo natural de reproducción.
Tipos de peces japoneses
La variedad de peces japoneses, sin duda alguna puede sorprenderte, aquí dejamos una galería con fotos de algunos de ellos, para que puedas identificarlos con mayor facilidad la próxima vez:
gracias me sirvió mucho solo mi pecera esta muy chiquita la cambio solo es un pez japonés cola de velo